¡Luis Alfonso no se salva! Su esposa reveló detalles privados y muy curiosos
Entre risas, Luisa Fernanda contó anécdotas inéditas de Luis Alfonso: donas fallidas, un dedo “tímido” y un miedo inesperado.
En medio de risas y anécdotas, Luisa Fernanda Pulgarín, esposa del reconocido cantante de música popular Luis Alfonso, decidió revelar en Radio 1, uno de esos recuerdos que, aunque ya tienen más de diez años, todavía genera discusiones en su hogar.
¿Cómo recuerdan Luisa y Luis Alfonso la inolvidable historia de las donas?
Según Luisa, todo comenzó cuando apenas estaban iniciando su relación de noviazgo y el artista decidió quedarse una semana en su casa, y para causar una buena impresión, hizo un enorme sacrificio, pues dejó de gastar en su almuerzo y evitó tomar un taxi con tal de poder comprar un detalle para llevar a la casa, una caja de donas.
En ese momento Luis Alfonso no sabía que Luisa no podía comer dulces, por lo que pocas personas en su casa probaron las donas que él había comprado con tanto esfuerzo,
Ese gesto de cordialidad se convirtió entonces en un recuerdo amargo para Luis Alfonso, de esos que según Luisa aún provoca discusiones divertidas en la pareja, pues cada que él se acuerda de esas donas se enoja otra vez, dejando claro que ahora esa anécdota es parte de la historia familiar.
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¿Cuáles fueron esos secretos desconocidos que Luisa reveló sobre Luis Alfonso?
Más allá de la historia de las donas, Luisa respondió algunas preguntas sobre las curiosidades físicas del artista, en lo que especificó que una de ellas tiene que ver con sus pies.
Pues uno de sus dedos, en lugar de mantenerse alineado con los demás, tiende a esconderse debajo del que está a su lado, una característica particular que ella llama “un dedo tímido”, pues, aunque Luis Alfonso intenta acomodarlo, siempre vuelve a ocultarse, convirtiéndose en una especie de marca particular y chistosa que Luisa resalta cada vez que puede.
¿Por qué Luis Alfonso no va solo al baño durante la noche?
Otro de los secretos que salió a la luz es el miedo de Luis Alfonso a la oscuridad y a la soledad, pues de acuerdo con Luisa, su esposo no es capaz de ir al baño durante la noche si ella no lo acompaña.
Incluso si necesita bajar al primer piso de su casa, bañarse o cualquier cosa similar, ella debe estar con él acompañándolo y esperar a que termine para regresar juntos a la habitación
Lejos de ser un motivo de burla, ese temor se ha convertido en parte de la dinámica de pareja, un gesto que ella asume con cariño y que muestra una faceta poco conocida del cantante.